jueves, 12 de noviembre de 2009

La Ruta del Viento




Algeciras - barbate - Algeciras
(LA RUTA DEL VIENTO)


Autor del relato:
Arturo Murcia
Que difícil es aunar pasiones pero con esto de la bicicleta de montaña se puede conseguir, por un lado le das a los pedales y al mismo tiempo estás en contacto con la naturaleza.
Este último viaje nace como siempre que te pones a soñar en voz alta y dices ¿ tu te imaginas sí .... ?, ¿ no sería magnífico
que ?, y así empezó esta que al final terminó en Barbate. Nuestro refranero Español es extenso y casi siempre
cierto y para esta salida podríamos aplicar aquel que dice " El hombre propone y Dios (en este caso Eolo) dispone", y el Dios Eolo dispuso que nuestro viaje fuese una aventura irrepetible como ahora os contará.
Por fin llegó la noche del 19, tras los preparativos de la mochila, bicicleta, etc. me acosté esperando que amaneciese, por regla general esa noche se duerme poco pues los nervios del viaje te impiden descansar plenamente como después me confirmó la mayoría de los participantes.



Sobre las 7,40 h. empezamos a concentrarnos en la explanada del puerto, cuando llegué ya estaban allí Jesús Morente, Jesús Astorga, Salvador Guerrero, Fernando Rodríguez Portillo y yo Arturo Murcia pero faltaba Paco Astorga, a mi me extrañaba pues
conozco la puntualidad de mi amigo y empecé a temer una nueva baja en la expedición, digo nueva pues nuestro amigo Chema tenía que formar parte del grupo, pero dos días antes se lesionó dos dedos de la mano izquierda en un combate de Kendo. Cuan do terminaba de pensar esto apareció al fondo de la explanada Paco que con cara de susto, pues temía que no llegaba a tiempo; nos comentó que cuando fue a coger su máquina, la rueda trasera estaba pinchada, imprevisto que solucionó rápidamente y todo quedó en el susto.

Con las bromas típicas por parte del personal de Trasmediterranea y agentes de la Autoridad Civil que nos decían "El Giro ya ha empezado", " Donde habéis dejado a Indurain" fuimos entrando en el barco 'y una vez aseguradas las bicicletas nos sentamos en las mesas del salón de proa, la mañana era espléndida,, soleada ligeramente fresca, y todo auguraba un fin de semana ideal. Entre charlas, chistes y carcajadas nos fuimos adentrando en el estrecho y de repente el día 'Cambió, empezó a ponerse gris con niebla y frió, la cara nos cambió también a nosotros pues ninguno llevaba ropa de abrigo pero en el fondo las ganas de diversión eran grandes y decidimos pasarlo bien a pesar de todo.



Una vez atracado el barco y pasado el trámite aduanero nos dirigimos a Casa Pino para adquirir un traspontín para Fernando, la mochila a la espalda es un engorro (os lo dice uno que ha hecho varias excursiones con mochila o con traspontín, y me quedo con lo segundo) . El día amenazaba lluvia pero no importó para nada, pues con buen humor nos dirigimos hacia los Barrios primer punto de nuestra etapa por donde pasaríamos sin detenernos para seguir por la ruta del Toro y tras unos 5 Km. iniciada esta, nos desviaríamos a la izquierda por una carretera secundaria que nos conducirá a Facinas que está a 23 Km. Esta carretera es preciosa atraviesa la zona sur del Parque natural de los Alcornocales, tiene en principio una ligera y constante subida, y si no fuese por el mal estado del firme sería ideal, lo malo es que no hay baches lo que allí vimos eran serios boquetes y teníamos que estar sorteándolos constantemente esta atención constante a la carretera nos impedía disfrutar plenamente del paisaje, no obstante al menos durante 10 Km. te encuentras rodeado de frondosos bosques de alcornoques, a nuestra izquierda se encuentra la Sierra de los Alacranes que aun sin ser de gran altura, sus aproximados 400m. respecto al nivel del mar, tienes que salvarlos en muy poco tiempo, pero esa ruta estaba prevista para el día siguiente.

 

Como os comentaba antes, el día quedó con un perfecto cielo sin sol, temperatura agradable y viento a favor que durante esa jornada fue nuestro mejor aliado, y al día siguiente posiblemente fuese el peor enemigo, como así fue. Con la ayuda que os comentaba antes fuimos pedaleando a buen ritmo hasta Zahara de los Atunes encontrandonos pequeñas subidas que te podías permitir el lujo de subirlas sin pedalear tan solo con la ayuda del viento.
Sobre las 15,30 h. llegamos a Barbate, tras recorrer los 9 Km. que nos separan de Zahara de los Atunes por una carretera pegada al mar muy bonita y nada accidentada nos instalamos en el Hotel Galia. El hotel está muy bien, atendido por gente joven muy agradable, pero os advierto no pidáis la habitación 102 es más chica que el resto y peor equipada.
Después de una reparadora ducha, sobre las 16,30h. preguntamos dónde podríamos comer y nos aconsejaron el restaurante “casa Ruffo" en el paseo Marítimo, un sitio verdaderamente estupendo su cocina es magnífica con productos típicos y con unos precios más que buenos. Terminada la opípara comida regresamos al hotel y cada uno dedicó las dos horas siguientes como mejor le pareció. Sobre las 22,30h. fuimos a dar una vuelta por el pueblo, nos tomamos unos cubatas y de nuevo fuimos a "Casa Ruffo", después de una ligera pero exquisita cena nos acostamos ya con la seria preocupación por el viento que había aumentado mucho y pensábamos en el sufrimiento que nos tocaría pasar al día siguiente.



A las 8,00h. del Domingo tocaron diana y a las 49,30 h. ya estábamos en camino después de haber desayunado en la cafetería del hotel. Mientras salíamos de Barbate se podían apreciar rachas de viento pero nada distinto de lo que ya conocemos aquí, la bofetada fue 7 cuando perdimos la protección de los edificios y de repente el viento en contra y algo ladeado por la derecha y veo que Salvador es desplazado peligrosamente hacia la izquierda, yo como peso mucho más que ellos tengo menos problemas de desplazamientos aunque también sufro mis sacudidas.
Como sabemos que nos quedan por delante 9 Km. infernales cada uno se va marcando su ritmo y sin perdernos de vista agachamos la cabeza y a dar pedales, el velocímetro la mayoría del tiempo marca entre 6 y 7 Km/h, en algunos momentos el viento es tan violento que no puedo respirar con comodidad y para empeorar la situación hay zonas donde el viento te pega tanto por la derecha como por la izquierda, así que aparte del esfuerzo por avanzar tenemos que hacer equilibrios por no caer a la cuneta o aparecer en el arcén contrario. En este tramo de 9 Km. vi como Paco Astorga se salía a la cuneta del lado derecho, así como Jesús Morente que es uno de los que menos pesa y al mismo tiempo el más alto, al ofrecer mayor superficie al viento, este le castiga con mayor violencia y le tira al menos en dos ocasiones, tomando la sabia decisión de continuar andando yo como voy el último cuando llego a su altura y en previsión de la suerte que puedo correr desciendo de mi máquina y camino junto a él.
El camino andando es incomodo pues tienes que luchar para que el viento no te arranque la bicicleta de las manos, cuando encontrábamos una zona más favorable volvíamos a subir hasta que la historia se repetía y así fuimos hasta recorrer los 9 Km. que nos separaba de Zahara de los Atunes y en el que invertimos aproximadamente una hora y veinte minutos.
El resto de los compañeros fueron más habilidosos y no tuvieron que echar pie a tierra en tantas ocasiones como Jesús y yo, el que sé porto como un "jabato" fue Salvador que en ningún momento hizo ni un metro a pie durante toda la jornada, fijaos bien toda la jornada.
Una vez reagrupados en Zahara y viendo lo fuerte que pegaba el viento en la zona de la costa, desistimos de nuestra idea primitiva que era llegar hasta las playas de Bolonia por unos senderos que indicaba nuestro mapa. Ahora nos separaban 28 Km. de la carretera nacional, previamente a la salida acordamos que cada uno se marcara su ritmo, el mío era lento pues mi condición física empezaba a estar tocada, el dolor de mi culo cada vez era mayor y sabía que la jornada sería larga.


Paco Astorga decidió hacerme compañía casi todo el camino y en algunas zonas (una) me permito el lujo de recrearme en el paisaje, pasábamos junto a unos campos sembrados con trigo, su color dorado y el movimiento ondulante producido por el viento me hizo ensimismarme mientras escuchaba el sonido crujiente del choque entre sí de las espigas, pero una ráfaga de viento me saco a la realidad de la carretera, agacha de nuevo la cabeza y a pedalear sin parar hasta llegar al cruce con la carretera nacional, como en el cruce anterior el resto de la expedición charlaba reponiendo fuerzas. Mientras llegábamos el panorama de los eucaliptos de la zona moviéndose violentamente me volvía a recordar cual sería la tónica general de la jornada, pero si hasta ahora habíamos transitado por carreteras secundarias con muy poco tráfico ahora lo haríamos en una recta donde no existe protección ninguna (antiguamente aquí estaba la laguna de la Janda que fue desecada con fines agrícolas). Como en ocasiones anteriores cada uno se puso su ritmo y de nuevo a pedalear, en este tramo el viento pegó con gran violencia repitiéndose la historia de caídas, bandazos y demás con la que en esta ocasión la cuneta era más profunda y que el tráfico era intenso y de gran velocidad, así que poco a poco fuimos avanzando hasta llegar a las 13 h. al ansiado cruce de Facinas como podéis comprobar habían transcurrido tres horas y media o algo más y tan solo habíamos recorrido unos 45 Km.
El simple hecho de abandonar el peligro de la carretera /nacional fue suficiente satisfacción, además en Facinas teníamos previsto reponer fuerzas, lo único que me fastidió fue que al llegar al pueblo no había nadie a quien preguntar y la primera persona que vimos estaba en la mitad de una cuesta tan empinada como la del Recinto, tan solo la honrrilla que caracteriza a la gente que monte en bicicleta me hizo no bajarme de la misma e intentar vender la máquina al primero que por allí pasase y volver a casa en taxi.


Bueno pasado este trago y con un bocata en una mano y una clarita" en la otra los ánimos se fueron recargando y consumido esto comenzamos de nuevo el camino, sería sobre las 14,30h. cuando nuestro objetivo se convirtió en llegar a Algeciras para coger el barco a las 19h. El camino que el día anterior era una ligera pero constante bajada en ese momento era una ligera y puñeteramente constante subida, los boquetes del día anterior se me antojaban cráteres y el viento una sensación de que alguien me aguantaba la bicicleta por detrás y no me dejaba avanzar. Para más ayuda a mi desastrosa situación el desviador no respondía correctamente y en algunas ocasiones hice los cambios a mano, por entonces el grupo ya estaba más reagrupado el cansancio se dejaba ver en todos, los comentarios jocosos eran más bien escasos y más que BTTeros parecíamos un grupo de salmones cuyo objetivo es remontar río arriba sea como sea para realizar la puesta de los huevos, en nuestro grupo el objetivo era ya llegar al barco. Nuestra ruta inicial de nuevo fue variada en principio pensábamos subir a la sierra de los Alacranes pero el viento había minado de tal manera nuestras fuerzas, que pensar tan solo en subir un repecho mayor que el "Puerto de Villajovita" era una locura, cuando llegamos de nuevo a la carretera de la ruta del Toro y vimos que eran las 16,45 h. y que podíamos coger perfectamente el barco, todos nos relajamos y ya con tranquilidad fuimos pedaleando para llegar a la Estación Marítima sobre las 17,30 h. donde volvimos a reponer fuerzas. La travesía fue incomoda pues el barco se movió bastante, aunque nuestros castigados cuerpos no lo notaron mucho y entre sueños y charlas llegamos de nuevo a Ceuta felices y contentos pues habíamos superado una prueba que pienso que poca gente la habrá hecho más que nada porque en circunstancias normales ves
/el día y seguro decides no salir en bicicleta, pero en nuestro caso las circunstancias obligaban. Destacar de este viaje el gran compañerismo y buen ambiente que en todo momento ha existido pues los más fuertes en ningún momento nos dejaron a los más débiles desamparados, supongo que los novatos habrán sacado una conclusión positiva de la jornada y ya estamos soñando con la próxima salida. ¿Tu te imaginas si ... ?,¿No sería magnífico que .... ?

NOTA:, la pequeña historia que ha vivido este grupo de amigos se la quiero dedicar a nuestro compañero ausente Chema, pues me consta que su corazón estuvo con nosotros en cada una de las ráfagas de viento que nos sacudió.

RESUMEN:
1ª JORNADA: Distancia 75 Km Tiempo empleado 4 horas. Velocidad media 19 Km/h. Cota máxima 350 m.
2ª JORNADA: Distancia 75 Km Tiempo empleado 8 horas. Velocidad media 9,5 km/h. Cota máxima 350 m.

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